sábado, 31 de agosto de 2019

El Miedo




El miedo penetra mi débil carcaza
nuevamente un deseo que me acecha se está por concretar;
vivir en la ciudad de los adoquines
respirar los mismos aires que en mi juventud llenaron mis días
estar cerca de mi sangre, caminar por mi pasado.
Esta vez ganar, significa también perder
dejar de ver a diario tu sonrisa con algunos dientes de leche
perderme las anécdotas de tus juegos ganados en el ciberespacio
y compartir aventuras en un bosque imaginario.

El miedo penetra mi débil carcasa
eso que vengo buscando desde hace años, insinúa una posible concreción
la perla puede verse entre los labios de la ostra
pero mi felicidad no es completa
se lo que voy a dejar, como también se de las cosas que voy a perder
tus abrazos con un te quiero papá, que me hace más fuerte
la mirada picarona buscando aprobación
y las lecturas nocturnas con cuentos de Constancio Vigil.

Tomar el retorno que se empieza a ver en este camino,
 por el cual vengo circulando hace casi una veintena de años
varios retornos deje pasar por miedo a cambiar
este es mi momento; girar y volver donde todo comenzó
lamento que seas vos la otra mitad a la que le toque sufrir la distancia
pero apuesto mis últimas fichas a que el tiempo me dará la razón.

                                                                                                             Sade

                                                                                                                      28/8/2019

Un Suspiro a mi luna


viernes, 23 de agosto de 2019

Lobo soy, y no me disfrazo de oveja





Por más que el lobo se vista de oveja, sigue siendo lobo
esa mona con joyería de trasatlántico, sigue comiendo bananas del piso
se compra zapatos de marca, con la suela grabada
para que la vean cuando se arrodilla en la iglesia
mientras crítica los talones desquebrajados de la mujer del banco anterior.

Por más que el lobo se vista de oveja, sigue siendo lobo
la hiena escucha el lamento del cervatillo, pero le conviene conversar con los de su especie
usa traje de sastre y regatea el pochoclo del vendedor de la plaza
se muestra en los medios haciendo beneficencia
con la plata que le debe al huertero de la esquina.

Por más que el lobo se vista de oveja, sigue siendo lobo
una serpiente que te regala la manzana, pero al tiempo te pide la planta
te muestra la tabla de Moisés, y por detrás pacta con Belcebú
despotrica por la erótica danza que realizan unas plebeyas en la plaza
pero cuando su hija es la que baila; el motivo es reverenciado.

Por más que el lobo se vista de oveja, sigue siendo lobo
un ave de rapiña que se alimenta de poderosos que han caído
y de pequeños animales que buscan subsistir
mantiene un vuelo suave y tranquilo, tal cual monje tibetano
mientras que con sus alas te hace sombra y no te deja ver el sol.

Tal vez, solo tal vez yo sea ese lobo,
pero no me visto de oveja.
Tal vez, solo tal vez yo sea ese mono con zapatos de marca,
pero no me arrodillo en la iglesia a mirar talones ajenos.
Tal vez, solo tal vez yo sea esa hiena que usa traje de sastre
pero no le regateo al pochoclero de la plaza.
Tal vez, solo tal vez yo sea esa serpiente que critica las traiciones ajenas
pero también las reconozco si son dentro de mi familia.
Tal vez, solo tal vez yo sea esa ave de rapiña
pero en mis vuelos nunca me enfoco en animales que apenas pueden subsistir.





    Sade
22/8/2019

Cumple 5 Juani








lunes, 19 de agosto de 2019

EL NIDO




Que lindo es volver a las plumas desordenadas del nido
y sentir el calor de las alas abiertas en la familia,
despojarse de las ataduras mentales
y carretear nuevamente por las ramas hasta tomar coraje,
saltar e intentar volar.



















Nadie te corto las alas, solo fueron despuntadas
para hacer vuelos rasantes (cerca de la seguridad de la tierra)
volver armar un nido no es solo cuestión de arquitectos
es coraje y corazón, no dejar que el pasado quiebre la rama sostén.

Que lindo es volver a las plumas desordenadas del nido
y sentir la nostalgia de esos vientos que no lograron derrumbarlo;
ver la mesa larga servida con anécdotas de años que no viviste,
la carcajada como respuesta a los golpes recibidos,
y la mirada cómplice entre hermanos.

Rozar la corteza y sentir como envejeció junto con tu plumaje
ver tallos nuevos y flexibles cerca de ramas que te vieron nacer
aprender del vuelo pausado de los que tienen la experiencia
y buscar imitar el vuelo alocado de los mas jóvenes.


                                                                                 Sade
                                                                               19/8/2019

TIAGO JAZMIN DE LUNA