EL ANDEN DE LA VIDA

Un tren que pasa, se detiene y nadie baja

una estación fantasma, ¿ a quien esperas?

todo el mundo extirpa de su corazón

la posibilidad de su llegada.

Pero vos seguís ahí esperando

a veces el tiempo parece que se detuvo

tu mirada sigue un ritmo entre la esperanza y la decepción

la rutina de la ilusión.

Un anden cubierto con hojas de otoño

vuelven a vibrar los rieles, al compás de tu corazón

y una vez mas nadie baja, suena la campana

y el vapor del desengaño cubre tu pollera plisada.

La luz se divisa a lo lejos

un viento sur frío despeja el anden

el tren se detiene, se abren las puertas

y la rutina se quiebra en pequeños pétalos de fervor

Una mano se extiende, buscando la tuya

sacas de tu monedero el boleto de ida

una sonrisa esbozada en tu rostro,

y una carta en el banco del anden; para los que vendrán.

Dedicado a todos aquellos; abuelos y enfermos terminales que esperan en los

andenes de la vida la llegada de la amada muerte. Y ven como pasa a su lado la rutina de la vida, la cual ya no quieren continuar.

                                                                                              SADE

                                                                                           10/5/2018