Uno debe
prestarse a los placeres
y no
entregarse a ellos, ya lo decía Pitágoras
pues estos
duran poco y vuelan fugaces,
complementa
Marcial.
Se que te
fugas cuando llueve, y vuelves con la nieve
como dar garantías
con el mazo por abrir
necesito tu
llama en mis venas
aspirar tu
perfume, germina en mí amaneceres de esperanza.
Danzando sin
pensar en el mañana
zambullido
en una línea de placeres que pronto volaran
hago
equilibrio entre lo ético y lo que dirán
calzo mocasines
negros un pijama y un walkman
intente que
lo que corre en las venas
llegue a mi
cabeza sin que mis ojos me delaten
tu exceso te
convirtió en vicio,
y te padecí
tanto como Roma lo hizo.
Prestarme a
tus placeres, sin entregarme a ellos
es tan difícil
como extrañar lo que aún no conoces,
azotado por
los golpes permanezco impertérrito
y cuestiono
el clima en el que te mueves
nunca las
nubes le hacen sombra al sol,
mi necesidad
desarreglada, mi pasión turbo mi razón
una botella
de vino abierta y una copa solitaria
desgarraron
mi pesar, y desperté en un cementerio
de
conformismos por terminar.
Busco reflexiones
en el silencio de una pieza en construcción
pero no doy
con el punto exacto donde muere la pasión
ilógico e
incompresible indago en la basura de otros
lo que puedo
encontrar en la alacena de mis días,
se que te
fugas cuando llueve, y vuelves con la nieve
como
culparte si es así como te conocí
trajiste la
llama a mis venas, calmaste mis ansias con tu perfume
y luego
pateaste mi trono para que no me acostumbrara.
Sade
5/7/2019
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