EL YUNQUE QUE TE FORJO

No aprendí de ti; con solo remover un poco la arena

pude ver como los felinos siguen haciendo de las suyas

escapando de tus historias mal narradas

tropezas con las piedras que vos misma plantas;

solo un dedo te impide ver el sol, pero insistís en acercarlo a tu iris

seguis creando en tu cerebro etapas de tu vida que nunca sucedieron

como una excusa a las hojas del libro que decidiste arrancar.

Producís una película que solo vos podes ver

buscas respuestas en alucinaciones generadas por el ocio continuo

que como el opio, te hace ver dragones donde simplemente hay personas.

Abandona el facilismo de la religión, donde para todo hay una insípida explicación

saca la montura del caballete y ponte a cabalgar

no todos tenemos un laberinto retorcido en la cabeza

como podes dibujar semejante aberración

solo al pastor de ovejas sacrificadas se les ocurrían esas historias

donde había sexo entre dioses, vírgenes y querubines.

Buscas el hierro mal forjado que te haga sentir mejor

para comparar con la varilla revirada con la que medís a los demás

quieres ser juez de un caso cuando el legajo lleva tu nombre

empieza a correr detrás de las agujas del reloj, genera tu inercia

y veras como todo se ve mas claro.

No aprendi de ti; las hojas no solo caen en otoño

y las flores no solo crecen en primavera, ni la naturaleza es perfecta

pero tu rio interno viaja turbio y lleno de peces muertos

yo no fui la cloaca que desemboco en tus aguas

palabras perfumadas te alejaron de lo que eras

vaciaste las alforjas y te quedaste esperando al culpable

la cigüeña trajo su paquete, tal vez no era lo que esperabas

pero no busques en sus temores tramas de novelas policiales

en la vida no todo es smog muchas veces el vidrio

por el cual miras no esta tan limpio como deberìa ser.

                                                                                              Sade

                                                                                              19/7/2018